jueves, 17 de mayo de 2007

Defectos.


Cuenta una antigua leyeda que el dios Júpitercolocó dos alforjas sobre la espalda de cada ser humano. En la alforja de adelante, cada quien lleva los defectos de los demás y en la alforja de atrás van los propios defectos. Por eso es que vemos con tanta facilidad las fallas ajenas y las criticamos sin cesar, mientras casi no vemos nuestras fallas y limitaciones.

Pues bien, nada que mejor que echar todas las fallas, propias y ajenas, en la alforja de atrás; cambiar con amor lo que podemos y aceptar lo que es inevitable.

Nada mas oportuno quecambiar la crítica destructiva por la comprensión , y el juicio por la amable tolerancia.El juicio nos degrada y la bondad nos engrandece.

En su hermoso Sermón de la montaña, Jesús insistió en la necesidad de amar sin juzgar, acoger sin condenary perdonar sin abrirle espacio al demonio del rencor.

No seas nunca un archivador de ofensas ni te conviertas enen un juez implacable porque llenarás tu alma del más mortífero veneno.

Sin permitir que abusen de tí, vive en paz al crear unas relaciones iluminadas por la comprensión. Aprende a ser tolerante con tus fallas y las de los otros.

Si miras a los demás con el corazón verás que todos tienen algo bueno para ofrecer..

Fuente: mi tribuurbana.com.

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