Como antes.

Hoy me encontré con una amiga que hace muchísimo tiempo que no veía.

No puedo describir la alegría que sentimos al vernos, el corazón parecía querer salirse de mi pecho, los abrazos no alcanzaban y la sonrisa mas grande que teníamos se instaló en nuestras caras.

El tiempo pareció volver atrás y , en un segundo, volvimos a ser las colegialas que eramos hace años,charlando, riendo, compartiendo recuerdos de cosas vividas que marcaron nuestras vidas, retacitos de nuestra historia... Es increíble como a pesar de la distancia y de la ausencia, el cariño se mantiene intacto. Fue un momento mágico que me cambió el día. La sonrisa sigue no solo en mi rostro , sino en mi corazón, mi dia se iluminó con colores brillantes y hasta todo parece estar mejor.

Esto me hizo recordar el mail que me mandó otra amiga, que por cosas de la vida , se fue a vivir a otra provincia, y que decía mas o menos así:

Cierto día, una joven iba caminando y , al costado del camino, en un lugar árido y al lado de una piedra, vio una flor.

Deslumbrada por su belleza , decidió arrancarla y llevarla a la iglesia.

A los pocos días, cuando volvió por allí , vio que la hermosa flor se marchitó y murió.

Otra vez, un hombre iba caminando , cuando al costado de un árido y pedregoso camino vio una preciosisma flor.

La admiró y , encandilado por su belleza pasó un rato observándola, y luego de pensarlo, decidió no cortarla,dejarla en ese lugar y se fue.

Al poco tiempo pasó por allí y vio que se había marchitado y murió.

Cierto día , una niña iba caminando por un sendero árido y pedregoso, cuando vio una solitaria flor cercana a una piedra. Se acercó a ella, la acarició, quitó las malezas de los alrededores, buscó agua y la regó. Volvió todos los días para cuidarla y regarla hasta que el lugar en el que estaba la solitaria flor, se convirtió en un bonito jardín.

Así es la amistad, necesita de cuidados y de mimos para crecer fuerte y hermosa.

Aunque a veces los caminos de la vida te lleven a destinos diferentes, estas personas tan especiales deben tener su propio jardín en tu corazón, y es tu responsabilidad, prodigarles cada dia un ratito de tu tiempo, para que cuando entres en el, puedas disfrutar de su belleza y su perfume.